miércoles, 17 de abril de 2013

6 años después

Hola abuelo. Nunca te he escrito. Hace ya 6 años que te fuistes. Todavía me acuerdo cómo se me paralizó el corazón cuando me dijeron la noticia. Quizás no he sabido echarte todo el de menos que debería, pero puedo asegurarte que no me he olvidado de tí. Ya lo sabes. Tú siempre has creído en que desde el cielo observarías la vida. Así que se que lo sabes. La verdad es que hoy me ha impactado cómo, la prima Nieves te ha escrito ese párrafo tan sentido en el facebook, con a penas 18 años. Cuando tú nos dejastes, ella solo tenía 11 años. Me ha sorprendido cómo ha sentido, y me ha hecho sentir, cada una de las palabras que escribía. Lo cierto es que eso me ha hecho darle vueltas a todo y a pensar todavía un poco más en tí.

Nosotros nunca tuvimos una relación tan unida como a los dos nos hubiera gustado. Siendo un poco dura, siempre fuiste mi abuelo, pero nunca pude disfrutarte como un segundo padre. Es verdad que nunca me ha faltado tu cariño cuando he ido a verte, pero, los años me hicieron ver que yo era diferente a los demás nietos. No te culpo, entiendo que con unos tengas otra relación, sobretodo, porque ellos siempre estaban contigo y yo, en ocasiones contadas. Tengo recuerdos bonitos y feos, pero, tal vez, todo esto sea porque no he sabido ser tu nieta. Porque, con el tiempo, tienes sentimientos más fuertes y las cosas las entiendes de otra manera, pero, ¿sabes una cosa? Si, yo se que la sabes. Antes, me frustraba en mi propia rabia y me daba igual que fueras mi abuelo, ahora, cuando ya todo se ha perdido, me hubiera gustado que un día hubiéramos sido confidentes y te hubiera querido muchísimo más de lo que llegué a quererte una vez.

Quiero que sepas, perdón, quiero recordarte, que para mí no hay persona más sabia en el mundo que tú. Que,  gracias a tí, mi padre es una persona maravillosa, que, gracias a tí, me he sentido en el instituto la nieta más orgullosa cuando me preguntaban por tí, que, gracias a tí, entendí que hay que quedarse con los pequeños detalles que te da la vida, y, eso, lo entendí cuando me diste la mano por última vez. Abuelo, te prometo que ese día sentí todo el amor que creía que me había faltado. Ojalá que sepas cómo ha ido evolucionando todo y, estés muy orgulloso, pero, sobretodo, siente orgullo de los hijos que has tenido, no se cuál puede quererte más, pero, todos, te quieren de una manera desmesurada. 

Mira que no me gustaban tus ideales, pero, tengo que felicitarte por haber unido a tu familia y por haber logrado tantas cosas grandes en Ceuta. Para poca gente, ha habido un profesor mejor que tú. Ojalá que desde el cielo, me transmitieras ese don, porque, como te habrás dado cuenta, quiero ser una maestra.

Como dice tu hija, mientras estés en nuestras mentes, siempre estarás vivo.
Y yo solo espero que allí, en el cielo, con Dios, y con tus dos niñas, estés vivo también.

Nunca te lo he dicho, pero ahora sabes que lo siento de corazón,
Te quiero.

Tu nieta, 
Sandra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario