Me parece demasiado duro contar cómo he sufrido tu agonía hasta tu último respiro y, si me perdonas, creo que me la debo guardar para mi intimidad. Está claro que jamás lo voy a olvidar. Lo saben y tú lo sabes. Me han roto el corazón abuela, me han partido un trozo de mi vida. Me han arrancado el alma hasta quebrarme la respiración. Tú eras mi segunda madre y yo era una hija más. Cómo se recupera una de eso ? Lo superaremos, a que si? Se que Dios no nos ha ayudado a que sufrieras mucho menos de lo que hemos pasado a tu lado, perdóname por llegar a pensar que debías morirte, solo hasta que te has muerto, he sabido que yo no te podía ver marchar. Abuela, cómo te quiero, cómo te quiero, de verdad. Abuela, vuelve, por favor. Qué dolor más inhumano.
En las horas de espera mirando al cristal donde estabas metida, recordaba tu vida conmigo. Cómo me has podido hacer tan feliz Lolita? No sabes lo que te voy a echar de menos. Hoy cuando he llegado a casa lo primero que he hecho ha sido ponerme tu bata y olerte, olerte como siempre olías a humildad, ternura y amor. He apretado tu aparato del asma y me lo he llevado al corazón. Quería darte un soplo de vida hacia el más allá. He acabado cerrando los ojos para poder sentir tu calor. Quizás era lo último que tenía que haber hecho pero no podía imaginarme allí sola, sin ti. Necesitaba sentirte cerca de mi. Ay abuela, ayúdame.
No sabes qué pena tengo. No te merecías nada de esto. A veces, no podemos ser justos pensando en lo mucho que has vivido. Queríéndote así, es imposible. Solo me consuela saber o, imaginar, que te has apagado sin dolor. La dura espera ya se ha acabado. Espero que en el cielo te encuentres con tu Fray Leopoldo y te enseñe otro mundo, que te haga un de viaje de esos que tanto te gustaban. Que te reencuentres con el abuelo, le des un beso y me cuentes que él me quiere y está orgulloso de mi, también con tu hermano y le digas que a veces, pienso en él y además le des un abrazo a tus padres. Que visistes a Lola Flores y te enteres de la verdad de Marta del Castillo. Que veas mi casa desde arriba y te guste tanto como yo te decía que te gustaría. Que abraces cada día a alguien pensando que soy yo y, sobretodo que te conviertas en mi ángel de la guarda, si ya tengo uno, que contigo sean dos. Acompáñame cada día de mi vida. Por favor abuela, no me vayas a dejar. Yo te quiero sentir como lo he hecho cada día. No se qué voy a hacer ahora sin llamarte, sin tus típicos besos por skype, sin tu peculiar forma de mirarme, sin pintarte las uñas ni sin jugar a ponerte el pelo punky. Dios mio qué tristeza. Abuela cuídame por favor. No me hago a la idea de estar sin ti. No permitas que eso sea así. Espero no haberte fallado y haberte hecho sentir que siempre has sido lo mejor para mi.
Como tú bien me enseñaste, sabes que tengo que ser agradecida. Asi que quiero dar las gracias infinitas desde aquí a todas las personas que me han llamado, me han mensajeado o me han whatsappeado. Lo siento, a todas aquellas que se han enterado por terceras personas. A veces las cosas no son tan fáciles decirlas. Gracias enormes a aquellas que se han acercado a darme un abrazo más fuerte de lo normal. No sabéis lo que ayuda. GRACIAS DE VERDAD.
No puedo ya más.
Abuela te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario