viernes, 6 de julio de 2012

La vida pasa









Hoy he abierto la carpeta prohibida. Siempre he tenido en duda qué hacer con ella. Quizá lo mejor hubiera sido borrarla, pero es lo último que se me pasaba por la cabeza. Quise meterla en un disco duro, pero hay tanto archivo que tardaba demasiado. Finalmente opté por no mirarla. Al principio no lo conseguía pero con el tiempo sí.

La verdad es que no puedo negar que las cosas hayan cambiado. No puedo negar que sienta un escalofrío al entrar en la carpeta pero no siento la misma sensación de hace meses. No hay dolor. No solo cambian las circunstancias, si no también yo. Tanto físicamente como psicológicamente. Echo de menos mi cuerpecito y el brillo de mis ojos.

Los cambios nunca son fáciles, pero te enseñan cosas nuevas. Muchas, te gustan. Yo pasé de vivir bajo los brazos de mis padres a pasar 5 años viviendo sin ellos. Compartir piso con una persona nueva te enseña a ver una manera de vivir distinta a la tuya. Te enseña a tener que compartir tu espacio con ella, a valorar que todo es de las dos. Puede salirte bien o no.  El siguiente año fue en pareja. Tan solo tenía 19 años, pero la ilusión que sientes al verte en una casita con él hace que el año pase en cuestión de segundos. No siempre es fácil pasar 24 horas cerca de tu pareja, te enseña a conocer lo poco que te quedaba por saber. Estos dos primeros años, los pasé en Sevilla, pero la aventura surgió cuando decidí pasar 9 meses en Florencia. Para aquello no tengo palabras. No solo conoces mundo, conoces personas que te dejan una huella que ninguna persona de tu entorno es capaz de dejar. Quizás es la experiencia que más me ha enseñado a madurar y a valorar a mi familia. ( seguramente el hecho de experimentar una denuncia a la policía, estar de pruebas médicas, tener problemas con el vuelo y ejercer de maestra teniendo que expresarme en Italiano tendrá un 90% de culpabilidad)

Una vez acabé la carrera me costó elegir qué hacer. La falta de trabajo y la poca motivación en ver algo que me gusta me hicieron cambiar el rumbo de mi vida hacia Cádiz. Allí he pasado mi último año. Esta vez, viviendo sola. Es la primera vez que lo experimento. La soledad es bastante dura. Siempre encuentras un momento que quieres compartir y siempre hay un momento que necesitas a alguien a tu lado. No es fácil, pero también te enseña.

Yo me he dado cuenta que no soy tan débil como pensaba. Tampoco tan miedica. Se hacer las cosas por mí misma y he descubierto que se puede vivir sin nadie a tu lado. La vida va girando, a veces ganas y otras pierdes, pero las que pierdes, solo son puertas que tienen que cerrarse porque has acabado un capítulo de tu vida.

No se si existe el destino, pero exista o no, siempre hay que seguir hacia delante. Aceptando los cambios y sabiendo que, a fin de cuentas, siempre eres una afortunada.


Sed Felices :) !

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