sábado, 29 de diciembre de 2012

Navidades 2012

Me gusta mucho la palabrería, no puedo evitarlo, pero me doy cuenta de las cosas por los hechos. Es con las demostraciones con lo que me acabo quedando.
 
De toda la vida, me ha encantado la Navidad, por suerte, siempre la he celebrado entre familia muy extensa. Por parte de mamá somos 32 y por parte de papá 25, pero, desde hace unos años, la Navidad se ha transformado para mí en una época triste, una fecha en la que me acuerdo demasiado de tí, en la que, ya las reuniones han dejado de ser emocionantes y alegres, en las que las calles adornadas me transmiten soledad en vez de ternura y en la que, realmente no me apetece reunirme. Luego allí me lo paso bien, me distraigo y nunca ha sido difícil sacarme una sonrisa. No es lo mismo, no.  Quizás han sido los años, que me han hecho más tímida, la falta de sorpresas, el haber vivido intensamente el amor en esta época, el haber pasado demasiadas Navidades a tu lado, la monotonía de los "mayores" o el simple hecho de sentirme vacía. Es muy injusto, porque para nada valoro lo que me rodea, pero me siento así.
 
Sin ninguna duda, este año es el más duro que hemos vivido. Por muy bonitas que sean tus palabras, tus hechos no se corresponden con la realidad. Ni los de ellos tampoco. Eso, es demasiado triste. No quiero pensar que sea el último, pero me quedo con mis lágrimas emocionadas al ver lo que hemos sido y lo que, seguramente, seguimos siendo si pedimos de su ayuda. Esto no se puede romper abuela, te lo prometo.
 
Todo el mundo cambia, pero el verdadero amor sigue estando ahí. Como ya no se puede volver atrás, solo quiero desear que sigamos siendo 32 personas en un solo corazón y, que tú, nunca me faltes y que Dios, tu Fray Leopoldo, la Virgen o la vida misma..te deje vivir feliz, por muy injusto que sea pedir esto. Por lo demás, no hay motivos para no ser feliz.


Os deseo una feliz Navidad a todos y un próspero 2013 !


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