Así es la vida. Cuando no quieres que se acaben las cosas, se acaban, cuando por el contrario quieres que se acaben(aunque sea un proceso más lento) también pasan. Pero todo llega. Visto y comprobado. Igual que a Enero le toca irse mañana, a mí me ha tocado hoy escribir en el blog. La diferencia está en que no mandamos en todas las cosas que queramos. Hoy quiero que se acaben las tilas, las tensiones musculares y poder dormir más de 7 horas. Y también quiero que todo el mundo sienta que está disfrutando de su vida, porque después, como dice mi abuela: no queda nada y no hay vuelta atrás.
Un beso !
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