martes, 28 de febrero de 2012

Yo nunca supe o quise cerrar

El canto de una mirada se clavó en la sonrisa del que ya le da lo mismo. El viento escuchó mancillar de tus labios el verbo amar afirmando y jurando y perjurando que nadie más que tú sabía cuánta verdad era, fue, será....

Mentiroso. Y cada vez que recuerdo el brillo de esas almendras me parece afixiarme de dolor en un dulce mar de miel.

Moriría de placer solo al recordar la textura de esos cielos tuyos que me besaban. Tal vez haya idealizado el sentimiento después de tanto tiempo. No entiendo por qué ya ni con esfuerzo soy capaz de acordarme de todo el daño que me hiciste.


.Sara Gómez Estéban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario