lunes, 12 de marzo de 2012

Lía







Últimamente no logro encontrar un momento del día para abrir el blog y escribir. Tengo un horario bastante perezoso y dos cosas diferentes que hacer a la vez. Además estoy desganada en ambos proyectos asi que todavía alimento más mi falta de interés.

Este fin de semana ha sido muy especial. Ha venido Estefi a visitarme a Cádiz. Cuando vives sola, las visitas de tus seres queridos te hacen sentirte peculiar, así que por mi parte GRACIAS por venir a verme, por las dosis de tus abrazos, por los batidos, chipirones, cazones y paellas, por la conversación de la playa, porque se hayan pasado los dos días en cuestión de segundos, pero sobretodo, por venir con ELLA y cuando digo ella, me refiero a contacto, trenes , teléfono, transportín, peluche, transferencias y tus ganas de ser la protagonista de mi felicidad. Creo que has visto con tus propios ojos que tu objetivo se ha conseguido.

Ella es Lía. Es mi nuevo bebé. Es un cruce de labrador de a penas un mes y pesa 1kg 400gramos. Es una hembra preciosa.Ya me dijo un día mi cuki que me veía tan ilusionada que parecía que iba a ser mamá de verdad. No puedo comparar un hijo con un cachorro, pero os prometo que, como me ha dicho Andrea, siento los mismos miedos de una madre primeriza. Pregunto al veterinario si tiene algo a pesar de que me diga que está sanísima, escucho llantos imaginarios, la quiero coger a todas horas, me preocupo si no se come todo el biberón, si la voy a ahogar con él, si por el contrario quiere comer demasiado, la miro una y otra vez para asegurarme que está todo en orden,la persigo por la casa para saber dónde va, necesito llevarla conmigo a cada momento y no puedo dejar de mimarla.

Me tiene locamente enamorada. Yo soy una apasionada de los animales, desde el más pequeñito al más grande,por lo que cualquier bichito, es felizmente acogido en mi casa. Ella me ha vuelto a llenar el vacío que tenía desde que me abandonó mi Lissi. No la he sustituído ni mucho menos, de hecho, no deja de recordarme cómo la sigo echando de menos, pero Lía me ha traído una alegría tan grande, que nada me puede apenar. Le he puesto Lía porque algo me dijo en Italia que mi próximo perrito se llamaría así. No creo en las casualidades, pero bien es cierto que también me planteé que mi próximo perro debía ser una raza grande y ésta, lo será si Dios quiere.


Las sensaciones que siento cuando la miro son indescriptibles. Ahora mismo es un bebé que solo quiere dormir, jugar 10minutos, comer y hacer sus necesidades. Solo el simple hecho de que abra un ojito, me saca una sonrisa. El verla levantada me hace decir diminutivos con voz de corderito. Ver cómo hace sus intentos de salto para jugar con algo me parte de risa. Que se duerma en mi cuello o en mi pecho o en mi brazo me agranda el corazón y eso es tremendamente maravilloso. El hecho de darle el bibi me apasiona de tal manera que la siento una parte de mí. Adoro cómo la llevo en el bolsito metida sin que se queje ni una sola vez. Cómo la gente se para por la calle para decirme lo bonita que es, cómo me mira y me muerde el dedo o la oreja. Se me cae la baba, literalmente.

Se que no quiero vivir sin perros, pero no me esperaba que ella llegaría tan pronto. No quiero pensar en la parte negativa ni en mis miedos. Asi que hoy solo comparto mi felicidad con la perrita y mis ganas de verla crecer ( no tan rápido) a mi lado. Nada mejor que el cariño de un perro y la compañía de estos.

Gracias a todos los que os habeis alegrado igual que yo al verla y a los que sabiendo lo feliz que soy, todavía me lo haceis más con los comentarios.

Mi semana, empieza diferente.
Que la vuestra vaya muy bien :)

2 comentarios:

  1. ainsssssss como me encantaa!! (L). Ainsss t tengo abandonada sorry a ver si m pongo al dia con tu blog... ;)

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  2. Jo!! ponte al día sí!! es preciosísima.. me derrito!!

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