martes, 19 de junio de 2012

Descansos

Aún recuerdo cómo hace años odiaba la época de exámenes finales. Recuerdo que me agobiaba ir a las últimas clases cuando la mitad de mis compañeros se quedaban en sus casas estudiando durante esa mañana. Nunca me ha costado dejar mis apuntes, pero esos últimos días me provocaba estrés pasarlos. Se que llegaba a casa a las 15.00 y cuando daban y 30 tenía que estar encerrada en mi habitación estudiando. No podía pasarme más de un minuto porque entonces, se me iba la concentración.

Es curioso. Años después, sigo sintiendo la misma presión. Solo que en aumento. Me hace mucha gracia porque cuando me toca ponerme a estudiar me encuentro todo tipo de distracciones en mi brazo, en mi mano, en mi pelo, en mis pies. Se me vienen a la mente todas las canciones que tenía olvidadas. De esta melodía pegadiza que en vez de repetir la frase que acabas de leer, te sale la letra de la canción. Me entra un sueño de estos que se te cierran los ojos y me apetece hacer más de un plan perfecto. Yo me pregunto : y esto.. ¿por qué? Si es que después cuando ya no hay que estudiar me sigo despertando a las 8 de la mañana y me aburro de televisión u ordenador. Qué complicados somos.

Lo cierto es que estos días estoy más presionada que otras veces. Cuando me pasa esto no consigo serenarme para pensar las cosas y cambiarlas. He sentido varios momentos de vacío que antes estaban llenos. Quizás, quizás no, estoy segura que todo lo exagero. Estoy más suceptible con cualquier noticia que me venga o con solo notar que no me escribes ni un mínimo whatsapp a lo largo del día. Tengo una perra, a la cual quiero más que a personas humanas, pero es un trasto. Con ella es más difícil centrarse si llora, ladra o requiere de tu atención. En realidad, como me decía Ana hace días, quien no quiere siempre tiene excusas, así que realmente eso estoy haciendo yo ahora mismo.

No hago más que pensar en Italia. Yo salí un sábado de fiesta teniendo lunes y martes mis primeros dos exámenes. Es cierto que los exámenes no son comparables a los españoles, pero, ¿ dónde saqué yo fuerzas para dormir una hora y estudiar con la mente en blanco durante todo el domingo?, ¿ cómo coseguí mantenerme en pié y sin sueño lunes y martes?. Pero es que también me acuerdo cómo Ana y yo tuvimos que levantarnos un viernes de resaca de vinos, botellón y garrafón a las 8 de la mañana para que un profesor nos pusiera una nota.. ¿ dónde está esa persona ahora mismo? aquí no la noto y me molesta.

Hoy, como tantos otros días, no encuentro paz para estudiar. La bollería y el chocolate me hacen los días mas a menos, sin darme cuenta que eso acarreará otros problemas. Pero bueno, en casos como estos, me acuerdo de la canción de maldita nerea, esa que dice :

" como un salto en el vacío.. de quien no teme a la muerte.."

Asi que.. ¿ Quién dijo miedo? mi abuela no hace más que repetirme que la vida está para disfrutarla. Habrá que sufrir estudiando pero no hasta el punto de hundirse. Yo siempre tengo presente que todo lo que llega, pasa. Está clarísimo que la elección de este año no ha sido la correcta.No se qué será de mí, pero se que de todo, siempre se saca algo bueno. Y eso es lo que espero que pase.

Especiales gracias a Ana y María, por estos días de paciencia conmigo. No sabeis lo que os quiero.
Andriu, se que me lees cuando puedes, me encanta pensar en el verano contigo.
A vosotras que me pedís que escriba, gracias. Me llena bastante.

Que paseis una buena semana.




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